
CARTA A LOS JÓVENES CRISTIANOS
«Jóvenes, os he escrito porque sois fuertes y la Palabra de Dios permanece en vosotros y habéis vencido al maligno» (1 Jn. 2, 14).
Muchach@s hermanísim@s:
¡Shalom!. Que la paz herencia de Jesucristo, habite y colme toda vuestra existencia. Siento en mi corazón que viven su espiritualidad con especial entusiasmo y santa emoción, para responder alturadamente el mismo llamado de Cristo al joven del Evangelio: «Ven y sígueme» (Luc. 18, 22).
Su respuesta nos expresa claramente que ante tantos y tan graves problemas que carcomen la esencia valorativa y espiritual de nuestra sociedad, hay jóvenes que no han caído en la tentación por la fácil solución de la huída, el indiferentismo o el desaliento. Nos ilusiona comprobar que la juventud cristiana no es parte de la desesperanza, el derrotismo o la mediocridad; sino que por el contrario, tiene disposición incondicional a escuchar la voz de su Dios que a esta hora le dice: “TRATA DE SER EL MODELO DE LOS CREYENTES POR TU MANERA DE HABLAR, TU CONDUCTA, TU CARIDAD, TU FE Y LA PUREZA DE TU VIDA” (1Tim. 4, 12b).
Con sabiduría, Juan Pablo II nos decía: «Los jóvenes son los primeros protagonistas del tercer milenio [...] son ustedes quienes van a trazar los rumbos de esta nueva etapa de la humanidad». Ante esta responsabilidad es urgente poner en marcha el reto que nos trazara Juan XXIII: «La vida es la realización de un sueño de juventud. Que cada uno de los jóvenes tenga su sueño para convertirlo en maravillosa realidad». ... ¿Aceptamos el reto? ...Tú ¿Aceptas el reto?... “TRATA DE SER EL MODELO DE LOS CREYENTES ...”.

Pero ¿Cómo plasmarlo en la realidad?. Benedicto XVI nos ha exhortado recientemente en Brasil: «Sed los apóstoles de los jóvenes, invitarles a caminar con vosotros, a realizar vuestra experiencia de fe, de esperanza y amor».
Un querido sacristán cercano a la base siete, me decía: «Jamás pensé que un día iba a dejar de ser joven, que no iba poder subir a la torre más alta ni al campanario, que no iba poder limpiar solito todo el templo...». Joven la vida es una sola, única; vívela en limpio, no en borrador; no la mires transcurrir, sé protagonista; vive tu tiempo, con entusiasmo y naturalidad, pero con ostensible coherencia y testimonial responsabilidad. Sé santo, por eso ahora Jesús nos dice “TRATA DE SER EL MODELO DE LOS CREYENTES ...”.
Que bajo el ardiente sol sullanero dorando las espaldas de nuestra gente, hayan muchos misioneros, catedrales itinerantes de carne y hueso, para inundar –cual “niño”- de bendiciones nuestros universales mares, andes, desiertos, minas y valles; que hayan miles y miles de jóvenes, que como Jesús, estén dispuestos a crecer «...en edad, en gracia y en sabiduría delante de Dios y de los hombres» (Luc. 2, 52).
Gracias, bendiciones y santidad.
¡Shalom!. Que la paz herencia de Jesucristo, habite y colme toda vuestra existencia. Siento en mi corazón que viven su espiritualidad con especial entusiasmo y santa emoción, para responder alturadamente el mismo llamado de Cristo al joven del Evangelio: «Ven y sígueme» (Luc. 18, 22).
Su respuesta nos expresa claramente que ante tantos y tan graves problemas que carcomen la esencia valorativa y espiritual de nuestra sociedad, hay jóvenes que no han caído en la tentación por la fácil solución de la huída, el indiferentismo o el desaliento. Nos ilusiona comprobar que la juventud cristiana no es parte de la desesperanza, el derrotismo o la mediocridad; sino que por el contrario, tiene disposición incondicional a escuchar la voz de su Dios que a esta hora le dice: “TRATA DE SER EL MODELO DE LOS CREYENTES POR TU MANERA DE HABLAR, TU CONDUCTA, TU CARIDAD, TU FE Y LA PUREZA DE TU VIDA” (1Tim. 4, 12b).
Con sabiduría, Juan Pablo II nos decía: «Los jóvenes son los primeros protagonistas del tercer milenio [...] son ustedes quienes van a trazar los rumbos de esta nueva etapa de la humanidad». Ante esta responsabilidad es urgente poner en marcha el reto que nos trazara Juan XXIII: «La vida es la realización de un sueño de juventud. Que cada uno de los jóvenes tenga su sueño para convertirlo en maravillosa realidad». ... ¿Aceptamos el reto? ...Tú ¿Aceptas el reto?... “TRATA DE SER EL MODELO DE LOS CREYENTES ...”.

Pero ¿Cómo plasmarlo en la realidad?. Benedicto XVI nos ha exhortado recientemente en Brasil: «Sed los apóstoles de los jóvenes, invitarles a caminar con vosotros, a realizar vuestra experiencia de fe, de esperanza y amor».
Un querido sacristán cercano a la base siete, me decía: «Jamás pensé que un día iba a dejar de ser joven, que no iba poder subir a la torre más alta ni al campanario, que no iba poder limpiar solito todo el templo...». Joven la vida es una sola, única; vívela en limpio, no en borrador; no la mires transcurrir, sé protagonista; vive tu tiempo, con entusiasmo y naturalidad, pero con ostensible coherencia y testimonial responsabilidad. Sé santo, por eso ahora Jesús nos dice “TRATA DE SER EL MODELO DE LOS CREYENTES ...”.
Que bajo el ardiente sol sullanero dorando las espaldas de nuestra gente, hayan muchos misioneros, catedrales itinerantes de carne y hueso, para inundar –cual “niño”- de bendiciones nuestros universales mares, andes, desiertos, minas y valles; que hayan miles y miles de jóvenes, que como Jesús, estén dispuestos a crecer «...en edad, en gracia y en sabiduría delante de Dios y de los hombres» (Luc. 2, 52).
Gracias, bendiciones y santidad.
SIGIFREDO SÁNCHEZ CRISANTO
sigsancri@hotmail.com
Fono: (051)(073)490293 / Celular: (051)(073)9600749
SULLANA - PERÚ